
Una tragedia sacudió la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, cuando un subintendente activo de la Policía Nacional, identificado como Andrés Julián Meza Ramírez, de 36 años, asesinó a su expareja sentimental, Yésica Paola Chávez Bocanegra, de 26 años, con su arma de dotación.
El hecho ocurrió en el barrio Quintas del Sur durante la noche del martes 22 de abril. Tras el ataque, Meza se disparó a sí mismo y fue trasladado al Hospital de Meissen, donde falleció debido a la gravedad de sus heridas.

El teniente coronel Jhon Díaz, comandante operativo de seguridad ciudadana N.º 2, confirmó que las autoridades fueron alertadas por los disparos en la zona residencial. Al llegar, encontraron a la mujer sin signos vitales y al agresor herido. La Policía Metropolitana de Bogotá expresó su solidaridad con la familia de la víctima y rechazó enérgicamente el acto cometido por el uniformado.
Este caso se suma a una preocupante serie de feminicidios en la capital colombiana. Según datos del Observatorio de Equidad y Género de Bogotá, entre enero y junio de 2024, 623 mujeres fueron valoradas por riesgo de feminicidio. La concejala María Clara Name señaló que los casos de violencia intrafamiliar contra mujeres aumentaron de 7.510 en junio de 2023 a 19.865 en el mismo mes de 2024, lo que evidencia una alarmante tendencia al alza en la violencia de género en la ciudad.
La Secretaría Distrital de la Mujer ha reiterado la importancia de denunciar cualquier tipo de violencia y ha puesto a disposición la Línea Púrpura (018000112137) para orientación y apoyo. Además, en situaciones de emergencia, se debe contactar a la línea 123.
Este lamentable suceso resalta la urgente necesidad de fortalecer las políticas de prevención y atención a las víctimas de violencia de género, así como de implementar medidas efectivas para erradicar el machismo y la violencia en todas sus formas

Es realmente impactante cómo este tipo de tragedias siguen ocurriendo en nuestra sociedad. La violencia de género es un problema grave que necesita atención inmediata y soluciones efectivas. Es alentador ver que existen recursos como la Línea Púrpura para apoyar a las víctimas, pero queda claro que se necesitan más acciones concretas. ¿Qué más se puede hacer para prevenir estos hechos y proteger a las mujeres en Bogotá?