El exjefe del Clan del Golfo se declaró culpable del delito de narcotráfico
El narcotraficante Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, ya está oficialmente condenado en Estados Unidos. La justicia de ese país le dictó una pena de 45 años de cárcel, una de las más altas que pueden proferir los estrados estadounidenses, a donde había sido extraditado desde Colombia.
“Otoniel” fue condenado por cada uno de los tres cargos de tráfico de drogas de los que se había declarado culpable. Al tratarse de una pena proferida por varias conductas delictivas, los cumplirá simultáneamente.
La jueza Dora Irizarry, del Tribunal del Distrito Este de Nueva York, impuso exactamente la misma pena que había pedido la Fiscalía en contra desde el pasado 31 de julio, cuando se presentó la solicitud de la sentencia oficial contra quien fuera el máximo líder del Clan del Golfo.
La jueza Irizarry alegó que este es “sin duda uno de los casos más graves en términos de actividad de narcotráfico” que ha instruido la corte y rechazó las disculpas que pidió el condenado, que hizo un alegato a favor del fin del conflicto armado y una paz negociada. “Dudo que si no lo hubieran detenido, hubiera puesto fin a lo que hacía”, dijo.
Alias Otoniel se declaró culpable de tres cargos que le profirieron los tribunales en EE. UU. por conspirar para enviar droga a territorio estadounidense, uno de los delitos contra los que los estrados judiciales profieren algunas de las penas más fuertes.
La justicia estadounidense también tuvo en cuenta los “plan pistola” que hizo el Clan del Golfo en Colombia durante su dirección de ese grupo narcotraficante.
El proceso contra Otoniel en Estados Unidos
El 25 de enero, Otoniel se declaró culpable de los cargos de empresa criminal continuada, de conspirar para importar droga y de tráfico marítimo de drogas, evitando lo que auguraba ser un largo y costoso juicio.
En su declaración ante la jueza, el que fuera líder supremo del Clan del Golfo desde 2012 a 2021 reconoció haber enviado a Estados Unidos 96,8 toneladas de cocaína a través de América Central y México.
Ese grupo criminal está señalado por la justicia de Estados Unidos de ser una organización terrorista, paramilitar y de narcotráfico acusada de ser “uno de los mayores distribuidores de cocaína en el mundo”.
Dairo Antonio Úsuga David aceptó pagar 216 millones de dólares de indemnización y multas que podrían llegar a los 22 millones de dólares. Una vez cumplida su condena de cárcel, el capo, con problemas de salud, según la fiscalía, estará 5 años en libertad vigilada.
La condena de Otoniel pone fin a una era de poderosos narcos que lideraron el tráfico de cocaína desde Colombia. Nuestro país está identificado como el productor del 90% de la cocaína que llega a Estados Unidos, pasando por México y Centroamérica donde es traficada por carteles con incidencia internacional.
Entre ellos, el mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, o Daniel Rendón Herrera, que fuera jefe de Úsuga y fundador del CDG, condenado a 35 años de cárcel, también por la justicia estadounidense.
Los crímenes de alias Otoniel
Durante su reinado como líder del Clan del Golfo, Otoniel recurrió a la violencia para proteger a los miembros del grupo criminal –que llegaron a ser unos 6.000–, silenciar a los eventuales testigos y atacar a las fuerzas de seguridad con ayuda de un “ejército de sicarios”.
Según la justicia estadounidense, sus hombres “secuestraban, torturaban y mataban a los competidores y a los que consideraban traidores de la organización y a sus familias”, según la justicia estadounidense.
Ya desde la cárcel en Estados Unidos, a raíz de su extradición, el capo dio muestras de su poderío al desatar una cruenta represalia en 11 de los 32 departamentos, en la que murieron cinco personas, entre ellos dos policías y un soldado, en ataques a comisarías, bloqueos de carreteras y sabotajes al sistema público de transportes.
Tras años evadiendo la detención, Otoniel fue detenido el 23 de octubre de 2021 cerca de la frontera con Panamá. Tres tribunales diferentes en Estados Unidos estaban desde 2009 detrás de sus pasos.
Casi analfabeto, Dairo Antonio Úsuga David empezó su carrera delictiva como miembro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una organización paramilitar que Estados Unidos incluyó en la lista de organizaciones terroristas en 2001.
Según la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, el Clan del Golfo colaboró con los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación para introducir droga en Estados Unidos.
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